Hoy queremos hablar de la Azalea, aunque no es una planta fácil de cultivar, si sigues los pasos que te contamos a continuación, seguro que tendrás unas Azaleas radiantes!!
RIEGO: La principal clave de la azalea es el riego, es una planta que necesita mucho riego, sobretodo durante la época de floración, en esa fecha lo ideal sería regar cada día, otra buena solución es poner la maceta sobre un plato con agua (si nos decidimos por esta opción, de vez en cuando, se deberá vaciar el agua del plato para que la raíz descanse y no se pudra). Otra opción es el riego por inmersión, es decir, metiendo la maceta en un cubo lleno de agua de 20 a 30 min. La humedad ambiental también debe de ser alta, en zonas muy secas, esto se puede conseguir pulverizando las hojas con agua templada pero con cuidado de no mojar las flores, si lo haces las flores durarían menos. Otra forma es poner la maceta sobre un cuenco ancho o una bandeja con piedrecitas mojadas.
Muy importante: No utilices aguas duras (alcalinas o calizas), utiliza siempre aguas blandas, una buena opción es el agua de lluvia, pero como esto no siempre es posible, también se puede regar con agua de osmosis que es lo más parecido al agua de lluvia.
La tierra de la Azalea siempre tiene que ser tierra ácida. Nunca utilices otro tipo de tierra para las azaleas.
LUZ: Si la Azalea está dentro de casa, ponla en un sitio con mucha luz. En el jardín, está mucho mejor en sombra o semisombra que a pleno sol. Ideal para terrazas o jardines orientados al norte donde otros tipos de flor no pueden funcionar. En un clima húmedo como la Cornisa Cantábrica, sí podría estar al sol.
TRANSPLANTE: Cuando a la azalea se le hayan pasado todas las flores, deberá inicial su periodo de descanso anual. Es el momento de trasplantarla a una maceta un poco más grande, como decíamos antes siempre con sustrato ácido. Si la tienes en el jardín, en lugar de trasplantarla a una maceta mayor y sacarla para meterla en otoño, puedes plantarla en plena tierra, siempre que no sea tierra caliza, en semisombra y al resguardada del viento.
PODA: La poda consiste en cortar todos los ramos del año ya florecidos dejando sólo 2 ó 3 yemas axilares. De estas yemas surgirán brotes que al año siguiente darán una flor. NO la podes en invierno, sino cuando termine la floración.
ABONO: Echa fertilizante cada 15 días durante la época de floración. Es mejor un abono para plantas acidófilas (azalea, hortensia, rododendro, camelia, brezo, gardenia…). De no ser así, también vale alguno para plantas de flor. Los posos del café son buenos para plantas de suelo ácido como ésta.
En esta última foto podéis ver como tenemos las azaleas y otras plantas en nuestro bonito vivero 🙂